- Paso 1: Limpiar el rostro:
Comenzá lavando tu cara para eliminar maquillaje, protector solar o restos de productos. Usá la máscara sobre piel limpia y seca para mejores resultados.
- Paso 2: Aplicar gel conductor (solo si usás microcorriente):
Si vas a usar la función de microcorrientes, aplicá una capa generosa de gel conductor en las zonas a tratar. Esto ayuda a que las microcorrientes lleguen mejor a los músculos faciales y evita molestias.
- Paso 3: Armar y preparar:
Colocá los conectores de microcorriente si querés usarlos. Conectá las piezas de rostro y cuello al control remoto, ajusta la cinta y asegúrate de que la máscara quede bien colocada.
- Paso 4: Encender y personalizar ajustes:
Encendé el dispositivo y usá el control remoto para elegir el color de luz LED, el tiempo de sesión y la intensidad. Siempre empezá por la intensidad más baja (1–2) y aumentá progresivamente a medida que tu piel se adapta.
- Paso 5: Cuidados posteriores:
Limpiala suavemente la Máscara con un paño húmedo. Aplicá tu sérum o crema hidratante favorita para potenciar los resultados.